Uno de los problemas más graves de la cultura económica actual es, posiblemente, que tiende a premiarse la incompetencia con tanta intensidad como alto es el cargo ejercido por el incompetente. Las millonarias indemnizaciones a los directivos de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) o de Novacaixagalicia no son más que el reflejo de otros episodios similares protagonizados por directivos de entidades financieras norteamericanas o europeas. De esta manera se recompensa, normalmente con dinero público, la labor de unas personas cuyo único mérito profesional es haber arruinado las cajas o bancos que dirigían. Estos individuos merecen,…