Uno de cada cuatro habitantes de la Unión Europea está en riesgo de sufrir pobreza o exclusión social, y este riesgo es más probable en los países del sur que en los del centro y el norte de la UE. Con estos datos, publicados ayer por Eurostat, es fácil concluir que hasta este momento, la Unión Europea ha fracasado en su doble tarea de mejorar el bienestar de sus habitantes, y de equiparar la pujanza económica de sus territorios. La desigualdad social y la pobreza cabalgan a sus anchas por los campos de una Europa gobernada por quienes todavía proclaman el dogma neoliberal de que, a mayor libertad de mercado, mayor prosperidad para el conjunto de la población. Sin embargo, los datos estadísticos reflejan que en 2013 todos los países del sur de la UE mantienen niveles de riesgo de pobreza o exclusión social superiores al 24%, y que desde el inicio de la crisis estos niveles han aumentado en todos ellos, con la excepción…